Mi madre me ha enseñado muchas cosas, hasta el punto de que
muchas personas dicen que soy igual a ella. Uno de los grandes ejemplos que me dio
es que dejó su vida profesional de lado para criarnos a mí y mis hermanas, bajo
el lema de “si mis hijas va a aprender malas mañas, que sean las mías”, ella
jamás nos ha reclamado el hecho de quedarse como ama de casa en vez de ejercer
como abogada, que jura una de sus pasiones.
Enseñanzas tengo muchas, me ha enseñado paciencia (lo que me
permite mi carácter), me ha enseñado que las mentiras salen a flote y que el
dicho “nadie escarmienta en cabeza ajena” no siempre es verdad, me enseño a ser
una persona observadora y aprender de mis errores y de los ajenos, a ponernos
en los zapatos del otro. Siempre alimentó mi sed por aprender y mi curiosidad,
aunque a veces la agobiaba siempre, siempre contestó mis preguntas y hasta la
fecha lo hace.
Pero una de las cosas más importante que me enseño mi mamá
es a ser yo misma a nunca avergonzarme de quien soy y de lo que tengo, que uno
siendo transparente con el mundo abre muchas puertas, que no importa si te
llevas una decepción o dos, son parte importante de crecer, también me enseño a
que hay que hacer el bien a todos en la medida que no te sacrifique ni pierdas
tu esencia y que si alguien te juega una mala pasada, aprender de eso para que
no te la vuelva a hacer.
También me mostró que no hay nada más importante que la
familia y que familia es a quien escoges, no la de sangre, esa es nomas para
donar es buena.
Otra cosa es que hay poner mala cara en situaciones difíciles
y que el mundo no tiene la culpa de los problemas que puedas tener, creo que
esto básicamente fue lo que me forjo y no podría ser mejor persona si no
hubiera sido por mi madre.
Neni...-I.N.L.L...
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